7 Preguntas Que Te Ayudarán a Asumir los Cambios en tu Vida
HACER CAMBIOS… ¿UNA NECESIDAD?
Por Rodrigo Vázquez Gutiérrez
Coach de vida, ejecutivo de equipos y maestro en administración de empresas MBA
Cuando escuchas la palabra “cambio”, ¿qué viene a tu mente? ¿La imagen de algo positivo, alentador y tal vez hasta desafiante, o el concepto de algo negativo, problemático y desfavorable?
El cambio mueve estructuras, reta lo convencional, desafía el status quo y saca de la zona de confort. Sin embargo, cambiar también abre posibilidades, presenta nuevos horizontes, permite imaginar las cosas mejor y apuesta hacia lo positivo. A veces es opcional y otras tantas es forzado. Pero la realidad es que es constante, necesario e inevitable.
¿Y qué mejor ejemplo que los cambios a los que nos hemos enfrentado en los últimos meses? Habiendo pasado de tener una vida “normal”, a tener una radicalmente diferente. Algo tan cotidiano como salir de casa a nuestro antojo y viendo de un momento a otro restringida nuestra libertad. ¿Así o más tajante?
Cuando el cambio se hace presente, se puede cooperar con él y sacar el mayor provecho, o se puede resistir y terminar arrasado por él. Depende la manera como cada persona lo encara. Pero el tema no debería ser el cambio en sí mismo sino la manera de afrontarlo.
Cuando se acepta de manera receptiva, como parte de la vida, teniendo una mente abierta y con la esperanza de algo mejor, éste se presenta esperanzador. Se experimenta como una oportunidad de crecimiento llena de nuevas posibilidades. Por el contrario, cuando se percibe como algo desagradable, poco deseable o como “enemigo” de lo convencional, se experimenta como algo desolador.
Reflexiona sobre la última vez que experimentaste un cambio drástico en tu vida; tal vez cuando aceptaste un nuevo trabajo, cuando nació tu primer hijo, cuando te mudaste a otra ciudad, cuando cambiaste de carrera o profesión o tal vez cuando te casaste. Cualquiera que para ti haya sido radical. ¿Cómo lo percibías antes de que se produjera y cómo lo percibes ahora?
Dado que siempre existirá la necesidad de hacer cambios, ¿cómo se pueden enfrentar de manera que favorezcan el crecimiento, creen altas expectativas y generen una actitud positiva?
Aquí 7 preguntas que te podrías hacer cuando experimentes cambios:
1. ¿Cuáles son los beneficios y las ventajas de este cambio?
Por más negativo que pueda percibirse, siempre, y por favor léelo nuevamente, SIEMPRE, hay algo positivo. Imagina la pandemia por ejemplo. Si bien es cierto que ha resultado un acontecimiento devastador, se han presentado situaciones muy positivas. Por ejemplo, la oportunidad de convivir más en familia, la ocasión de valorar lo que se tiene, el darse cuenta de la necesidad de estar más cerca de aquellos a quienes se quiere o la de no dar por sentado nada; absolutamente nada.
2. ¿De qué manera fomenta mi crecimiento personal o profesional?
Te aseguro que, si te das la oportunidad, el cambio te ayudará a crecer en varias áreas de tu vida. Quizá desarrolles nuevas habilidades, tal vez amplíes tus conocimientos en algún área, es probable que te ayude a conocerte más o propicie a que te des cuenta de algo que pasabas por alto.
3. ¿Cuál sería el costo de no cambiar?
Cuando las cosas permanecen como están se presentan varias desventajas; no hay lugar para la innovación, no se presenta la oportunidad de mejorar las cosas, perduran las malas prácticas, los malos hábitos y comportamientos. Es decir que no hay avance ni tampoco circunstancias para que las cosas sean mejores.
4. ¿Sea cual fuera mi sentir en este momento, de qué manera me sentiré en uno, dos o tal vez cinco años con respecto a este cambio?
Existe un fenómeno llamado el “efecto lupa” en el cual se ven las cosas -o las situaciones- de un mayor tamaño o con mayor importancia de la que en realidad tienen. Por ejemplo, cuando se termina una relación de pareja durante la adolescencia. En ese momento parece que el mundo se acaba. Y años más tarde… bueno, digamos que se ven las cosas desde una óptica distinta. Por este motivo conviene preguntarse: “Dada la necesidad de hacer un cambio en este momento, ¿lo seguiré percibiendo igual dentro de algunos años?”
5. ¿Quién o quiénes saldrán beneficiados?
Siempre hay alguien que obtiene algún beneficio cuando se presentan cambios. Y aunque la primera persona debería ser uno mismo, sin duda existen otras que también se ven beneficiadas. Por ejemplo, cuando se presenta la oportunidad de mudarse a otra ciudad o país; -pueden ser los hijos- puede ser beneficioso para ellos, ya que conocerán a más personas y aprenderán nuevas formas de vida. Quizá la pareja al distanciarse de una familia extendida sobreprotectora y obtener así mayor independencia. O tal vez los colegas y colaboradores al presentarse la oportunidad de aprender de ti.
6. ¿De qué manera lo puedo hacer más fácil?
En esos momentos es común que exista cierta resistencia o incluso que se quiera evitar. Pero ante el cambio necesario e ineludible, conviene darse la oportunidad de “sufrirlo menos”. Una buena forma es apoyando en todo lo que sea posible. Poner “buena cara”, encontrar el lado positivo y literalmente “rendirse” ante él aceptándolo por completo.
7. ¿Cuál es el siguiente paso que necesito dar para cooperar con este cambio?
Ante todas las opciones que pueden existir, la más importante es el siguiente paso que TÚ debes dar. ¿Qué paso es el que te cuesta más trabajo? ¿Cuál es el que te ayudaría más? ¿Qué tan dispuesto estás a darlo? ¿Hay alguien que te pueda ayudar a darlo? Y algo muy importante, ¿cuándo lo vas a dar?
Los cambios son necesarios, buenos y en muchas ocasiones inevitables e incontrolables. Pero lo que sí puedes controlar es tu actitud, la manera cómo los afrontas, la forma en que respondes y el beneficio que obtienes de ellos.
Cuando se presente tu próximo cambio, pregúntate:
¿Con qué actitud lo quiero enfrentar?
Rodrigo Vázquez Gutiérrez
Es coach de vida, ejecutivo de equipos y maestro en administración de empresas (MBA). Imparte conferencias, cursos, seminarios y talleres enfocado en el éxito y cómo alcanzarlo.
Está certificado por el Instituto iOpener (Inglaterra) en "La Ciencia de la Felicidad en el Trabajo" y es entrenador de “Los Principios del Éxito” de Jack Canfield. Cuenta también con estudios en “Spiritual Psychology” por la Universidad de Santa Monica en EUA y diplomados en Administración Internacional, Mercadotecnia, Comunicación y Oratoria. Combina su experiencia en compañías multinacionales junto con su práctica de coaching para apoyar el desarrollo de ejecutivos y equipos dentro de las organizaciones y del público en general. Ha colaborado con empresas y personas en más de 30 diferentes industrias capacitando a más de 5,000 personas en temas relacionados al éxito, el empoderamiento y el logro de objetivos, el desarrollo de habilidades directivas, la inteligencia emocional y el logro de la felicidad laboral y personal.
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