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Juan Ezcurdia y La Fábrica La Aurora

“Todos Tenemos una Forma de Crear Arte”


Por Lucy Novaro y Claudia Castillo Epstein



En una plática que tuvimos con el pintor Juan Ezcurdia, quien es originario de la Ciudad de México y ahora reside en San Miguel de Allende, pudimos conocerlo un poco más allá de su trabajo. Él es uno de los primeros artistas que llegó a la Fábrica la Aurora. En esta entrevista Juan nos cuenta cómo llegó a San Miguel y a La Aurora, además de su trayectoria.



BeU: Platícanos un poco acerca de la Fábrica la Aurora y cómo llegaste ahí..


Juan Ezcurdia: Llegué a la Fábrica La Aurora hace casi 17 años para rentar un lugar para vivir cuando apenas la estaban desmantelando; entonces en ese tiempo el Sr Paco Garay -q.e.p.d- me invitó y me dijo que viniera a pintar a las bodegas, y le hice caso. Ya había un par de pintores trabajando en sus talleres; dándole la transición de fábrica abandonada para ser un espacio con talleres de pintura y escultura. Éste lugar fue una fábrica de textiles durante 9 décadas. Posteriormente cerraron durante los años 90, y casi 15 años más tarde (alrededor de 2004) volvieron a abrirla; ahora con el tema del arte. A lo largo de los años se ha ido modificando y se han sumado más artistas. Posteriormente fue tomando un giro más comercial, en donde encuentras galerías, tiendas de decoración, joyerías y antigüedades.




“Me gusta la gente y ver sus reacciones cuando ven mi trabajo; eso le da sentido a lo que hago”.



BeU ¿Qué te trajo a San Miguel de Allende?


Juan Ezcurdia: Llegué a San Miguel de Allende hace unos 25 años. Soy de la Ciudad de México y ya estaba cansado de manejar y pasar horas en el tráfico; entonces busqué ́opciones para vivir en otras ciudades tales como Oaxaca, Aguascalientes y Guadalajara; pero en una ocasión venía de visitar Guanajuato y alguien me sugirió que pasara por San Miguel de Allende, lo hice y me encantó. No conocía a nadie aquí y había solamente 3 galerías. Conocí a mexicanos y americanos retirados a los que les gustaba pintar. Esta ciudad tiene un ambiente muy bohemio. Desde que llegué me encantó este lugar; hoy en día hay muchas galerías y muchísimos pintores. Creo que no hay otra ciudad en México o en Sudamérica que tenga más galerías.


"Lo que tiene San Miguel es una arquitectura muy bella y un ambiente encantador. Todos las personas que vienen visitan alguna galería”.


“Se ha generado un bonito ambiente en la Fábrica La Aurora ya que puedes pasar todo el día visitando sus cafecitos, restaurantes tiendas y galerías. Cada mes se realizan caminatas artísticas con fiesta y música; es un lugar muy alegre y amigable”




BeU: Desde tu mirada de San Miguel: ¿Van muchos Sanmiguelenses a la Fábrica La Aurora o van más turistas?


Juan Ezcurdia: La Fábrica La Aurora, sí es un destino turístico, por un lado, y por otro lado; el sector de la gente que compra una pintura para ponerla en su casa tiene cierto poder adquisitivo y gusto por la cultura. Sin embargo no es un lugar selectivo ni exclusivo; hay gente de todo tipo y cada vez hay más turismo nacional.

Las galerías y obras son para todos los presupuestos. Es un lugar muy amigable y accesible y la entrada es gratis. Aunque aquí se realizan varios eventos al público (en donde sí asisten los sanmiguelenses); es un lugar más para turistas.


“Lo que tiene La Aurora es que llegan los pintores para quedarse, casi ninguno se va”.

BeU: Háblanos de tu trayectoria


Juan Ezcurdia: No soy pintor de vocación. Estudié psicología social y después fui ilustrador de libros para niños. Encontré muy buenos maestros y posteriormente tuve la oportunidad de presentar mis ilustraciones en formatos pequeños en una galería y gané un premio nacional. Después fui haciendo esas pequeñas ilustraciones en formatos más grandes y ya sin una historia o relato que ilustrar; se independizaron y esos mismos personajes los fui haciendo cada vez más grandes y más libres. Por otro lado, mi madre es pintora y sus padres eran pintores también. Cuando iba a casa de mis abuelos, no había sala, había un taller. Me fui haciendo pintor en San Miguel porque compraban mi arte, me empezó a ir muy bien y me gusta mucho pintar y encontré un nicho que me dio la bienvenida. También hice teatro.




BeU: ¿Meditas?


Juan Ezcurdia: Hago una meditación muy leve todos los días, y funciona. Es una meditación ecléctica o como un rompecabezas; porque es un pedazo de catolicismo, un pedazo de hinduismo y budismo. Yo creo mi propia meditación y la hago diario, dura entre 5 a 10 minutos; es bastante básica.


Respeto las religiones y la espiritualidad; pero soy más pragmático, científico, ateo y desencantado de la humanidad. Mi inclinación hacia lo espiritual es poca; pero cada vez que me va mal recurro a ello.





BeU: ¿Cómo haces esta conexión entre tu querer ser psicólogo y tu ahora ser pintor?


Juan Ezcurdia: La psicología es muy interesante, pero el problema que yo encontré al ser psicólogo es que el campo de trabajo es el dolor. Para ser psicólogo necesitas estómago y obviamente cuando salí de la carrera adquirí mi licencia y estuve 2 años trabajando en ello; pero me di cuenta que era mucha responsabilidad, entonces decidí ser pintor; aunque respeto mucho el trabajo de los psicólogos y los doctores que lidian con el dolor de los otros.








BeU: ¿Transformas tu arte en tu propia psicología? ¿Lo usas para canalizar tus cosas, o es un arte muy pragmático?


Juan Ezcurdia: Es un arte muy pragmático, casi como un deporte. Sí es algo personal, ya que pinto desde mí y desde mi mundo; pero no me preocupo de eso. Respeto el arte serio o la gente que se toma muy en serio a sí misma; pero lo mío es totalmente irrelevante e intrascendente. Hay muchas corrientes, pero hay otros artistas como Miró que hacen lo mismo. Muchas personas me dicen que lo que pinto no es arte; sino que es más decoración o ilustración, que es muy popular; tal vez sí, tal vez no; esas son etiquetas.



BeU: En alguna ocasión comentaste que tu arte tiene su propio espíritu o duende. ¿Nos platicas un poco acerca de esto?


Juan Ezcurdia: Yo pinto muchos personajes. Voy a poner como ejemplo al arte prehispánico o el arte de los hombres de las cavernas, que hacían sus piezas y éstas adquirían su propia personalidad. Los artistas acababan rezándole a la pieza. Entonces cuando yo entro a mi taller, veo a mis personajes que son casi como compañeros y unos se ayudan entre ellos; otros interactúan.


“Todos podemos hacer arte. No hay manera de que lo que uno haga no sea arte; aunque copie o calque; ahí está tu sello y ese sello viene de la experiencia, de todo lo que se ha vivido”.




BeU: ¿Últimamente has pintado la naturaleza?


Juan Ezcurdia: Tengo mi propio estilo, pero de vez en cuando cambio hacia otras técnicas, materiales y otras otras visualizaciones e imágenes. Últimamente estoy pintando jardines pero de manera más juguetona.


BeU: ¿Qué haces cuando te topas con un bloqueo?


Juan Ezcurdia: Hay 2 caminos:


  1. Dejar de pintar un par de semanas o tomarse un descanso.

  2. No parar ante la adversidad, aunque echemos a perder. No darse por vencidos aunque las cosas no vayan tan bien. Yo soy más de la opción 2, soy muy constante y disciplinado; mi propio patrón. Uno debe de trabajar sin parar.


BeU: ¿También trabajas por encargo?


Juan Ezcurdia: Sí, mucho y de todo. Hay personas que dicen que los artistas deben ser libres. En la actualidad hay más libertad; pero en siglos pasados la mayoría de los artistas, como Velázquez, trabajaban mucho por encargo; ya fuera contratados por obispos, reyes, gobernantes o mecenas. Estos querían verse bonitos también; se puede decir que ya había photoshop desde esa época y tenían que pintarlos como ellos pedían (risas); aunque tuvieran un trabajo alternativo con más libertad. A finales del siglo pasado los artistas se alejan un poco del encargo.


Si llegan personas conmigo y me encargan que los pinte como ellos lo indiquen; yo les digo que sí, y obviamente lo hago como yo pueda. Son retos y éstos me gustan.


“Mi trabajo, más que arte, lo considero un oficio. El que alguien me pida pintar algo específico siempre es un reto y un regalo. La idea es interactuar con la gente, que paguen por tu trabajo y esto hace que tu obra tenga sentido”.



BeU: ¿Qué, además de todo esto, le trae sentido a tu vida?


Juan Ezcurdia: La gente que quiero y la que me quiere, amar y ser amado, los amigos.





BeU: ¿En qué otras galerías has expuesto?


Juan Ezcurdia: En una galería en Puerto Vallarta llamada Pacífico con Gary Thompson. También trabajé en un par de galerías en Colorado y en París. Pero no soy mucho ni de galerías ni de bienales o concursos. He tenido la fortuna de que mi camino ha sido más libre. Me he ido haciendo cada vez más simple con el paso del tiempo. Básicamente yo pinto en La Aurora y vendo en la Aurora. No digo que esté mal hacer exposiciones para otros galeristas; lo respeto mucho, pero no es lo mío. He sido muy afortunado de poder trabajar por mi cuenta y dedicarme a mi trabajo.





“Mi camino es más local, más casero y simple”.

“He hecho mancuerna con mi hermano José Ezcurdia, quien es escritor y filósofo, en algunos libros para niños y yo hago las ilustraciones”.


Debemos volver a lo esencial

“Todos somos lo mismo. Somos aire, somos música, también somos de “lo peorcito”; pero no me quiero meter ahí, prefiero aislar esa parte. ¿Para qué despertamos a los monstruos?

Para mí venir a pintar en mi taller en la Fábrica La Aurora es como ir al recreo, cuando salías al patio a jugar. Mi tendencia no es venir a cuestionarme ni a confrontar ni nada por el estilo; a lo que yo vengo es a jugar, a disfrutar. En ese sentido no tengo más pretensiones, ni me considero a mí mismo un artista; ya que esa palabra es muy fuerte. Siempre trato de mantenerme en una cuestión casi de oficio, para mí este es un trabajo”. Juan Ezcurdia



Juan Ezcurdia y el color

“Los colores son como las personas; hay unas que se llevan bien de lejos y otras que se llevan mal de cerca. Esto es muy interesante porque dos se pueden llevar muy bien; pero si pones un tercero, esos dos ya son otra cosa. Pienso que menos es más. Los colores tienen tanto poder que ellos mismos te irán diciendo a quien quieren invitar, porque a veces tú invitas a uno y se pelean todos; se hace un desastre y al final; ¿qué haces con esa pintura? La rompes, la tiras y empiezas una nueva. Eso es libertad pura y es muy concreto. Es alquimia y magia desde mi punto de vista”.

BeU: ¿Cuál es tu mensaje para concluir esta plática?


Juan Ezcurdia: El mensaje que quiero dar es que mantengamos una buena actitud para enfrentar la adversidad; recuperando lo básico que es poder respirar, admirar las nubes, observar árboles, tomar una cerveza con amigos.

Aprovechemos el tiempo, si aman a alguien díganlo, y no gasten su energía en discusiones tontas y estériles.


“Hay que ser menos pretenciosos y demandantes”.

Una imagen… algunas reflexiones

“Me imagino que vamos en un barquito y vamos a cruzar un río para llegar al otro lado de este río. El río es la vida y te lleva para donde le dé la gana. Pero uno puede remar y si uno rema es probable que llegues al puerto, tal vez no. Hay que remar para llegar al otro lado. ¿Qué más vamos a hacer en este mundo? ¿Sentarnos a contemplar cómo nos llevan? Para algunas personas funciona, pero para mí no. Mi espíritu es como el de un soldado; como el de un guerrero. Mientras tenga voluntad y lo pueda hacer -aunque el mundo se esté cayendo- yo voy a venir y voy a pintar, haré y seguiré disfrutando de todo lo que pueda”.

“A eso venimos, fuera de toda religión, fuera de toda filosofía. venimos a ser felices y a disfrutar”.

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